Buscá alguna cosa en particular de Hitler

martes, 30 de septiembre de 2014

El Papa Pío XII y su apoyo a Hitler 卐

"El Papa de Hitler" de John Cornwell, que hace un recorrido por la vida de Pio XII, su antisemitismo y escandaloso silencio ante el genocidio de millones de judíos, gitanos, homosexuales y transexuales durante la segunda guerra mundial y la "solución final" de Hitler y su ejercito nazi .
Ya hubieran dicho la mitad de lo que han vertido en contra de los matrimonios homosexuales durante el genocidio nazi, cientos de miles de vidas se hubieran salvado; pero no, ante Hitler, Franco, Pinochet, Videla o Mussolini se caracterizaron por su ambigüedad, falta de contundencia y vergonzoso silencio, o en cohabitación cómplice directa. Como Jorge Arturo Agustín Medina Estévez que apoyó sin reservas a la dictadura del general Augusto Pinochet.
También los apoyos de los papas Pio XI, Pio XII y Juan XXII que dan su bendición especial a Franco en su golpe militar y guerra fraticida entre españoles.
Cuando Mussolini decidió lanzarse a una guerra de conquista, contra Etiopía, Pio XII aprobó que aquellas modernas armas de fuego que iban a masacrar africanos armados de lanzas y cuchillos, fueran bendecidas por cardenales cercanos a la sede de San Pedro. El cardenal Schuster, de Milán, proclamó la expansión fascista en África como "una guerra santa".
Nunca estuvieron más cerca, física y espiritualmente, las FF.AA. en Argentina y la Iglesia como a partir del golpe del 24 de marzo de 1976. "La Jerarquía apoyó el sistema de la desaparición de personas en forma teórica y práctica. Teóricamente, por medio de la Teología de la Dominación que legitimó la Doctrina de la Seguridad Nacional, como se ha considerado, y prácticamente, con el servicio del Vicariato Castrense, el cual, por medio del Vicario Adolfo Tortolo hasta 1982 y José M. Medina desde entonces; del Provicario Victorio Bonamín y de los 250 capellanes militares prestaron la debida "asistencia espiritual" a los desaparecedores. Debe tenerse en cuenta que el Vicario Castrense es elegido ‘por la Santa Sede de acuerdo con el Presidente de la República’. Si tenemos en cuenta el conocimiento abundante que el Papa tenía de la existencia de las desapariciones y de los centros clandestinos, se debe concluir que la Santa Sede dio su apoyo legitimador al sistema de las ‘desapariciones’"
Cuestiones bastantes indicativas para hacernos una ligera idea de quienes hoy son tan atrevidos como para erigirse en defensores de " la recta razón y moral ". La vergüenza debería ser el XI mandamiento y carecer de ella pecado capital.
En resumen, El Papa Pío XII de la Iglesia Católica, apoyaba a Hitler en el exterminio Judío, a Mussolini en la masacre frente a Etiopía y a Franco en el Golpe de Estado, por lo cual hace resaltar que un miembro de la Iglesia Católica como es el papa, tenga este pensamiento, porque si le dicen Loco a Hitler por su ideología, también lo era Pio XII.

 Hitler y el Papa en una visita a Münich

  
Los Cardenales saludando al Führer cuando venía con la máxima autoridad católica



En el verano de 1938, mientras agonizaba, Pío XI se preocupó por el antisemitismo en Europa y encargó la redacción de otra encíclica dedicada al tema. El texto que nunca vió la luz del día, se descubrió hace poco. Lo escribieron tres jesuitas, pero presumiblemente Pacelli estuvo a cargo del proyecto. Se iba a llamar Humani Generis Unitas (La unión de las raza humana) y, a pesar de sus buenas intenciones, está lleno de una antisemitismo que Pacelli había mostrado en su primer estadía en Alemania. Los Judíos, dice el texto, eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y "cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista" se merecían "la ruina material y espiritual" que se habían echado sobre sí mismos.
El documento advierte que defender a los judíos como exigen "los principios de humanidad cristianos" podría conllevar el riesgo inaceptable de caer en la trampa de la política secular. La encíclica llegó a los jesuitas de Roma a fines de 1938; hasta el día de hoy, no se sabe por qué no fue elevada a Pío XII, Pacelli, convertido en Papa el 12 de marzo de 1939, sepultó el documento en los archivos secretos y les dijo a los cardenales alemanes que iba a mantener relaciones diplomáticas normales con Hitler.
Pacelli conoció los planes nazis para exterminar a los judíos de Europa en enero de 1942. Las deportaciones a campos de exterminio habían comenzado en diciembre de 1941. A lo largo de 1942, Pacelli recibió información confiable sobre los detalles de la solución final provista por los británicos, franceses y norteamericanos en el Vaticano.
El 17 de marzo de 1942, representantes de las organizaciones judías reunidos en Suiza le enviaron un memorándum a través del nuncio papal en Berna, donde detallaban las violentas medidas antisemitas en Alemania, en sus territorios aliados y en zonas conquistadas. El memo fue excluido de los documentos de la época de la guerra que el Vaticano publicó entre 1965 y 1981.
En septiembre de 1942, el presidente norteamericano Franklin Roosevelt envió a su representante personal, Mylon Taylor, a que le pediera a Pacelli una declaración contra el exterminio de los judíos. Pacelli se negó a hablar porque debía elevarse sobre las partes beligerantes.
El 24 de diciembre de 1942, finalmente, Pacelli habló de "aquellos cientos de miles que, sin culpa propia, a veces sólo por su nacionalidad o raza, reciben la marca de la muerte o la extinción gradual". Esa fue su denuncia pública mas fuerte de la solución final.
Pero hay algo peor. Luego de la liberación de Roma, Pio XII pronunció su superioridad moral retrospectiva por haber hablado y actuado a favor de los judíos. Ante un grupo de palestinos, dijo el 3 de agosto de 1946:
"Desaprobamos todo uso de fuerza (...) como en el pasado condenamos en varias ocasiones las persecuciones que el fanatismo antisemita infligió al pueblo hebreo." Su autoexculpación grandilocuente un año después del fin de la guerra demostró que no sólo fue Papa ideal para la solución final nazi, sino que también un hipócrita.

Cronología breve del Führer 卐

1889_
20 de abril. Nace en Braunau, ciudad sobre el Inn en la frontera austro-bávara.
1913_
Mayo. Después de 6 años de vagabundeo y miseria en Viena, Hitler se traslada a Munich.
1914-18_
Toma parte en la guerra, en el ejército bávaro. Obtiene el grado de cabo y es condecorado con la cruz de hierro de la clase.
1919_
Setiembre. Oficial instructor, Hitler participa de una reunión del "Partido Obrero Alemán", del que se convierte en su propagandista.
1920_
25 de febrero. Presenta, en una reunión, el programa de 25 puntos del movimiento, rebautizado "Partido nacional-socialista de los obreros alemanes" (NSDAP).
1923_
8 de noviembre. Golpe de Estado en Munich. Al día siguiente, la policía abre fuego sobre una manifestación nazi. Hitler es arrestado y su partido puesto fuera de la ley.
1924_
2 de diciembre. Después de haber sido condenado a 5 años de cárcel, el Führer es liberado bajo libertad condicional. Durante su reclusión ha escrito Mi Lucha. Ese día decide que el partido Nacional-Socialista tiene que llegar al poder legalmente, sin golpes de estado, ganando las elecciones.
1928_
Mayo. En las elecciones del Reichstag, los nazis obtienen 12 bancas sobre 491.
1930_
4 de setiembre. El NSDAP obtiene 107 bancas en el Reichstag. (Parlamento).
1932_
1° de abril. Hitler, obtiene 13,5 millones de votos en las elecciones presidenciales.
Electo. Híndenburg es reelecto
1933_
30 de enero. Hitler es nombrado Canciller.
24 de marzo. Recibe plenos poderes por 4 años.
1934_
30 de junio". Masacre de los jefes de la S.A. (división de asalto del NSDAP), en la "noche de los cuchillos largos".
2 de agosto. Muerte de Hindenburg. Hitler es Führer y Canciller del Reich.
1935_
15 de setiembre. La ley de Nuremberg priva a los judíos de sus derechos y de la ciudadanía.
1937_
5 de noviembre. Hitler precisa sus fines políticos a los oficiales superiores.
1938_
4 de febrero. Asume el mando del ejército.
29 de septiembre. Se lleva a cabo la Conferencia de Munich, por Alemania Nazi, Italia Fascista, Gran Bretaña y Francia, para dar por hecho la anexión de los sudetes al reich.
1939_
9 de noviembre. Pogrom de la "noche de cristal".
1° de setiembre. Ataque alemán a Polonia ; estalla la segunda guerra mundial.
9 de noviembre. Atentado contra Hitler, urdido por la Gestapo con fines de propaganda.
1941_
5 de mayo. Ya para este día Hitler había ocupado toda Europa excepto Gran Bretaña de Churchill.
1942_
20 de enero. Adopción de la "solución final" para el problema judío, que consistía en dar por terminado la raza inferior (
judíos, discapacitados y gitanos)
23 de agosto. Empezó la batalla de Stalingrado en la URSS, entre los nazis y los rojos.
1943_
2 de febrero. Termina la batalla de Stalingrado con casi 900 mil muertes nazis, Hitler empieza a perder territorios.
13 de marzo. Fracaso del atentado preparado por oficiales del frente ruso.
1944_
20 de julio. Atentado contra el cuartel general en Rastenburg.
1945
20 de abril. Cumpleaños número 56 de Adolf Hitler.
30 de abril. Supuesto suicidio del Führer y de Eva Braun en el búnker de la cancillería (No hay pruebas de cuerpos, porque los incineraron los comunistas, esto desata muchas preguntas a cerca de si Hitler huyó a la Patagonia Argentina).
7de mayo. Disolución del partido Nacional-Socialista Obrero Alemán.
8 de mayo. Capitulación incondicional de las fuerzas armadas del Reich.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Hitler y su inspiración por Benito Mussolini 卐

Hitler creció en Alemania al igual que Mussolini en Italia, en el tiempo de entreguerras. Ambos estuvieron participando en la 1ra guerra mundial, cada uno en el país mencionado. Benito un gran francotirador que en su casa tenía como trabajo ser escritor de columnas, en los diarios. y Hitler y su gran ambicion por ser un artista desde muy chico lo llevó hasta Viena, capital de Austría donde lo echaron de la escuela de arte por no saber pintar un rostro...
Luego de la 1ra guerra mundial, el ''Duce'' se puso en contra del gobierno tano, así escribiendo sus pensamiento, ideologías y contras del estado, con esto fué ganando gente a favor, hasta que en 1922 generó un golpe de estado en la capital italiana, dejándose a él como único lider y pasando a una nueva era de Italia Fascista. Hitler en 1920 se unió al partido de los obreros, luego llamado nacional socialista, en el cual era orador, en unos años había alcanzado grandes sumas de dinero y de personas oyendolo en las cervecerías de todo el país de Alemania, Luego de ver a su aliado Mussolini estar al frente de Italia, él lo quizo copiar tratando de hacer un golpe de estado, pero las autoridades lo impidieron, esto lo mandó 9 meses a la cárcel con libertad condicional, donde escribió su Autobiografía, y al volver al partido político, ya nombrado como líder en 1921, se volvió a meter en el partido para las elecciones de 1929 y en 1933, el Kaiser no tuvo otra opción que nombrarlo Canciller de Alemania.
Su inspiración por Benito Mussolini, hizo de Hitler todo lo que fué desde entrar a prisión hasta su muerte. Aunque unos meses antes que terminara la guerra Italia se retiró, y la dejó a Alemania sola luchando contra el resto de Europa y Rusia.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Mujer con la profesión más peligrosa en el nazismo 卐

Margot Wölk tuvo por años la que era considerada la profesión más peligrosa en el nazismo. Ella no iba a los frentes de guerra y nunca cogió un arma. Wölk fue la catadora oficial de los alimentos de Adolf Hitler y, por lo tanto, vivió todo el período de la Segunda Guerra Mundialcon la posibilidad de morir envenenada.
Wölk es viuda, tiene 96 años y sigue viviendo en el mismo piso en el que nació en 1917. De forma involuntaria forma parte de la historia, ya que ella era una de las 15 jóvenes que trabajaban como catadora de los alimentos de Hitler.
En una entrevista con la cadena de televisión RBB, Alemania, relató su experiencia, develando muchas de las atrocidades cometidas por los nazis, pero también algunas curiosidades sobre las preferencias gastronómicas de su líder.
“Yo y unas cuantas chicas nos encargábamos de probar la comida antes de que llegara a él (Hitler). Antes del primer bocado, llorábamos por temor a que fuéramos envenenadas. Luego llorábamos pero de alegría, aliviadas por sobrevivir”, cuenta.
Según Margot ante los constantes rumores según los que los británicos querían envenenar a Hitler evitaban comer carne. “La comida siempre era vegetariana, nos daban arroz, fideos, pimientos, guisantes y coliflor”.
Margot no era nazi, y se hizo catadora por casualidad. Sucedió en el año 1941, cuando su marido estaba en la guerra y ella tuvo que abandonar su hogar en Berlín tras un bombardeo. Se fue a vivir con su suegra en Partsch, una ciudad situada a 400 kilómetros de Berlín, donde su alcalde la obligó a comenzar su trabajo como catadora en el cuartel de “La Guarida del Lobo”.
Un trabajo que se desarrollaba bajo estrictas medidas de seguridad. Así, por ejemplo, ella nunca llegó a ver a Hitler en persona, pero sí a su perro de raza pastor alemán llamado Blondi.
A finales de 1944, coincidiendo con el avance del ejército rojo, un oficial de las SS ayudó a Margot a escapar, según ella misma relata. Wölk fue la única catadora que sobrevivió ya que el resto de sus compañeras fueron fusiladas en enero de 1945.Adolf Hitler: Mujer cuenta cómo era la peor profesión del nazismo

¿Sabías que tuvo un sobrino que luchó en su contra? 卐

William Hitler es considerado el “sobrino traidor” de Adolf Hitler por enrolarse al ejército de EE.UU y luchar en su contra. ¿Conoces su historia? mirala acá:

 William fue hijo de Alois Hitler, un medio hermano de Adolf Hitler y es considerado por varios historiadores como el “sobrino traidor” del líder de los nazis. ¿Por qué?
La historia empieza cuando William y su madre se mudaron de Liverpool (Gran Bretaña) a Alemania nazi en 1933. Aquí, narran, intentó beneficiarse de la ascensión al poder de su tío.
Éste le consiguió trabajo en un banco y en la fábrica de automóviles Opel. Insatisfecho, William persistió en pedirle a Adolf un mejor trabajo, y existieron rumores de que posiblemente chantajeó al líder nazi con la venta de historias vergonzosas sobre su familia a la prensa si no recibía un mejor puesto (entre los rumores podría haber estado la bigamia de su padre).
En 1938, Hitler le pidió a William que renunciara a su ciudadanía británica a cambio de un trabajo de alto rango. William sospechó que se trataba de una trampa y decidió huir del país. Después intentó extorsionar a Hitler con amenazas de decirle a la prensa que el presunto abuelo paterno de Hitler era en realidad un mercader judío emigrado a Austria.
Al regresar a Londres escribió un artículo para la revista Look titulado “¿Por qué odio a mi tío?”. Este texto le valió una gira por Estados Unidos, país del que no pudo salir al estallar la Segunda Guerra Mundial.
Después de realizar una petición especial al presidente Franklin Roosevelt, se unió a la Armada de los Estados Unidos en 1944. Así sirvió a las tropas aliadas y luchó contra su propio tío.
Una vez finalizado el conflicto, se borró el apellido “maldito” y adoptó el de Stuart-Huston.

El anillo de Hitler subastado en el 2013 卐

Valuada en  cerca de 100.000 dólares, la joya había sido un regalo del orfebre Karl Berthold para el dictador.
Un anillo de oro y rubíes con una esvástica que habría pertenecido a El lider de Alemania en la 2da guerra mundial.
La sortija, que había estado perdido durante años, fue un regalo del orfebre Karl Berthold para el dictador y tendría un valor de entre 75.000 y 100.000 dólares.
Berthold fue un conocido orfebre y admirador de Hitler que hizo su carrera durante el régimen nazi, indicó la casa de subastas, que garantizó que el objeto es verdadero.
La ostentosa joya tiene un diseño de una esvástica formada por rubíes y está hecha de plata, ya que prácticamente no queda nada del baño de oro con el que estaba cubierto.
A su vez, será subastado junto a la caja que lo contenía, un globo terráqueo plateado en el que también está grabada una esvástica y que cuenta con un pedestal de madera.
En tanto, la casa de subastas aseguró que posee documentos que demuestran que el anillo es auténtico. En esos documentos se indica que la sorija fue recuperada por un soldado estadounidense del sótano inundado de un edificio en Múnich al final de la Segunda Guerra Mundial. Previamente estuvo en manos de varios coleccionistas y el último murió hace dos años, por lo que su nieto lo llevó hasta la casa de subastas.

Habló la empleada doméstica de Adolf Hitler... 卐

"Podía pensar, pero no hablar", contó la mujer que sirvió al dictador en su casa de descanso en Berghof. Recordó las fiestas nazis y "los pasteles del Fuhrer". Había escapado dos días antes que termine la guerra para Alemania. 
Más de 70 años después, Kalhammer rememoró en una entrevista publicada por el diario austriaco Salzburger Nachritchen sus experiencias en la casa del dictador nazi en Berchstesgaden, uno de los rincones más idílicos de los Alpes bávaros.
"Se busca empleada doméstica. Lugar de trabajo: Berghof en Obersalzberg, en la Baviera Berchtesgaden", decía el anuncio sobre la que era la segunda residencia de Hitler.
La Oficina de empleo de la localidad austriaca de Wels escogió entre todas las solicitudes la de la entonces joven de 22 años. Sin embargo, lejos de sentirse feliz por la oportunidad, la mujer de 89 años actualmente reconoce que tuvo miedo la primera vez que llegó al que sería su lugar de trabajo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Su madre le había pedido que no fuera, pero la mujer de la oficina de empleo le dijo que debía estar agradecida por una oportunidad por la que miles de jovencitas estarían encantadas. Hizo las maletas y tras pasar por dos puestos de control de las SS, llegó a la casa de Hitler.
"La casa estaba llena de invitados y el 'Führer" estaba allí", recordó sobre su primer día de trabajo. Enseguida la hicieron partícipe de las reglas de la casa: "Lo que se hable en la casa, no puede salir bajo ningún concepto de ella. Las faltas serán castigadas con la prohibición de poder salir de casa".

"Por suerte nunca me encontré con Hitler y no tuve que hablar con él", afirmó la mujer que nunca quiso contar a nadie sus experiencias durante la época del Tercer Reich. Sin embargo, aunque la joven no hablara con él, debía estar al tanto de todas sus manías.
"Seguía una estricta dieta para la que tenía a su propia cocinera y sólo bebía agua caliente. Pero bien entrada la noche, Hitler se escabullía a la cocina donde debía haber uno de los conocidos como 'pasteles del Führer': un pastel de varias capas de manzana con nueces y pasas", reveló.
Además, "Cuando Hitler salía en alguna ocasión a pasear fuera, estaba prohibido observarlo. Sólo podíamos verlo a través de las cortinas", asegura. El 14 de julio de 1944 fue la última vez que vieron a Hitler en Berghof, seis días antes de un atentado del que salió ligeramente herido.
"A partir de ese momento, creció el nerviosismo en Berghof y los trabajadores debían comenzar a llevar los tesoros de Hitler al bunker para el que había que bajar 95 escalones", indicó. Entre las cosas que había que trasladar al bunker había un "enorme" número de libros, cuadros y espejos.
Cuando los aliados comenzaron a acercarse a la zona, se prohibió a las jóvenes abandonar la casa. Para ello les contaron todo tipo de historias horribles de los que les iba a pasar: "Nos contaban que los negros venían a cortarnos el pelo y a violarnos".
Sin embargo, ella desobedeció la orden y huyó. Con ayuda de una amiga llegó dos días antes del final de la guerra a casa de su madre y actualmente vive en la ciudad de Salzburgo (Austria).











Ésta es la mucama de la 2da Casa de Hitler, que compratió lo que sabía acerca del ex canciller alemán.

La última fotografía del Führer 卐

Esta última imagen del temido líder Austriaco fue tomada el 29 de abril de 1945.
Cabe destacar que su muerte fué el 30 de abril, en el búnker de Berlín.

En la imagen, se observa a Hitler de pie en la entrada del búnker, mientras observa las devastadoras consecuencias de una bomba que había explotado horas antes en el lugar. 

El  ‘Führer’ recibe un reporte por parte de un oficial de la Schutzstaffeln o SS (organización paramilitar bajo el mando de Hitler) de cómo habían ocurrido los hechos del siniestro. 

En ese momento, Alemania vivía un periodo de miseria, muerte y devastación. Luego de seis años de guerra, Hitler y todos sus oficiales ya veían resignados una inminente derrota y ocupación por parte de los aliados (EE. UU., Rusia, Gran Bretaña). 
Y aquí la última foto de Hitler:
Hitler observa los escombros de una detonación en su búnker.

Los planes faraónicos de Hitler para reconstruir 卐

El dictador nazi tenía el proyecto de hacer una ciudad fastuosa llamada Germania para que oficie de epicentro de su imperio; sin embargo, jamás se concretó.

Los planes utópicos de Adolf Hitler para reconstruir Berlín a escala monumental nunca se materializaron, pero entre los preparativos que sí se llevaron a cabo hubo demoliciones y la utilización de esclavos, en gran parte judíos, según muestra una exposición.
Diseñada por el arquitecto favorito de los nazis, Albert Speer, la grandiosa visión de Hitler para una nueva capital llamada "Germania" requería arrasar zonas enteras de Berlín, cuyos inquilinos desahuciados eran trasladados a apartamentos liberados con la deportación de judíos.
Un museo dentro de la estación de metro de Gesundbrunnen, en el norte de Berlín, explora la ideología y las consecuencias de la "Germania" inacabada de Hitler, con el ruido de fondo de los trenes que pasan en los cercanos túneles.
"No trata de Germania como el hobby de un dictador", dijo el comisario de la exposición, Gernot Schaulinski. "Trata de las intenciones del proyecto, su ideología y de aquellos que lo sufrieron", añadió.
Hitler observa una de las maquetas del proyecto de Germania.
Un mapa gigante muestra los planes para levantar un espléndido bulevar, de siete kilómetros de largo y 120 metros de ancho, que estaría flanqueado por grandes edificios que celebrarían el prestigio nazi.
Al final de la avenida se ubicaría un "Gran Hall" de 320 metros de altura que empequeñecería el vecino Reichstag. Coronado por una lámpara de cristal de 40 metros, su techo de cobre verde, con una apertura en la parte más alta, estaba inspirado en el Panteón romano.
El distrito en torno a lo que hoy es la cancillería donde trabaja Angela Merkel fue destruido para abrir el espacio en el que se levantaría el Gran Hall. Los familiares de personas enterradas en cementerios que estorbaban para el gigantesco bulevar tuvieron que volverlos a enterrar en otros lugares.
La exposición detalla cómo Speer, que fue encarcelado por su papel en el Tercer Reich hasta 1966, trabajó estrechamente con altos cargos nazis y contribuyó directamente al terror de los campos de concentración.
Speer ordenó desalojos en las zonas demolidas para que los trabajos de construcción se llevaran a cabo rápidamente una vez que Alemania ganara la guerra. Unos residentes "arios" desplazados por las obras fueron trasladados a 24.000 apartamentos ocupados anteriormente por judíos de Berlín.
Por otra parte, Speer y el comandante militar de las SS Heinrich Himmler acordaron utilizar presos de los campos de concentración como mano de obra. Las SS levantaron la mayor planta de ladrillos del mundo en Oranienburg, un campo cerca de Berlín donde muchos presos fueron asesinados o murieron extenuados por las duras condiciones de trabajos forzados.


Maqueta final de la ciudad Faraónica de Germania, diseñada por el arquitecto nazi Albert Speer

¿Sabes por qué Hitler usaba el bigote en forma de cepillo? 卐

Existen varias versiones sobre la verdadera razón por la que Adolf Hitler usaba su bigote en forma cuadrada, estas son:
Adolf Hitler no tuvo siempre ese bigote angosto y cuadrado que se convirtió en su marca personal. Solía tener un bigote frondoso, pero decidió recortárselo. ¿Por qué?
Gracias al descubrimiento de unos archivos nazis, se ha podido saber cuáles fueron los motivos que lo llevaron a usar el clásico bigote cepillo, que se convirtió en un símbolo del nazismo.
Los papeles que explicarían ese hecho pertenecieron a un excompañero de la Primera Guerra Mundial de Hitler identificado como Alexander Frey.
En sus archivos Frey cuenta cómo se le ordenó al líder nazi que se recortara su tupido bigote para poder colocarse bien la máscara anti gas.
Hasta ese entonces narra, Hitler usaba el bigote largo porque según él, cubría un aspecto desagradable de su boca. A pesar que se recortó el bigote, la máscara no le fue de gran utilidad, pues quedó temporalmente ciego por un ataque con gas mostaza en 1918.
Otras versiones:
- En los años viente, ese tipo de bigote estaba de moda. Se dice que, en los años treinta, alguien le comentó que ya estaba pasado de moda. Pero él, ya en el poder, contestó que volvería a impulsarlo.
- Adolf admiraba a un antiguo ideólogo nazi, Gottfried Feder, que llevaba este mostacho y lo copió.
-También se dijo que su íntimo amigo Ernst Hanfstaengl le dijo que tenía que tener una imagen como la de Lenin, porque en ese tiempo vos comentabas algo sobre un hombre calvo con un barba larga, hablaban de Lenin, entonces él también tenía que ser destacado de los demás.

martes, 23 de septiembre de 2014

Curiosidades de Hitler 卐

El máximo lider del partido nazi tenía muchos secretos y cosas las cuales no tenían explicacion:
-Nunca permitió que nadie lo viese desnudo o bañándose. Él se rehusaba a usar colonia o esencias de ningún tipo en su cuerpo.
- No importaba cuanto calor sintiera, Hitler nunca se quitó su capa en público.
- En 1923, el secretario de prensa Nazi Dr. Sedgwick intentó convencerlo para que se afeitara su bigote o lo dejara crecer normalmente. Hitler respondió: “No te preocupes por mi bigote. Si no está a la moda ahora, lo estará luego, porque yo lo uso!”.
- Hitler no tenía interés en los deportes o juegos de ningún tipo y nunca hizo ejercicio, excepto por caminatas ocasionales.
- ''La escritura manuscrita de Hitler era impecable'' Cuando el famoso psicólogo Carl Jung vio sus textos en 1937.
- Hitler amaba el circo. Disfrutaba placenteramente con la idea de que actores poco pagos arriesgaban sus vidas para divertirlo a él.
-Personas que lo conocieron, declararon que amaba a los animales del bosque.
- Casi todas las noches miraba una película en su cine privado, principalmente películas extranjeras que estaban prohibidas al público Alemán. Él amaba comedias y a veces se reía mucho con comediantes Judíos.
- El equipo de Hitler hizo en secreto películas para él sobre tortura y ejecución de prisioneros políticos, las que luego disfrutaba viendo.
- Le encantaban los noticieros, especialmente cuando él estaban en ellos.
-Tenía una gran tendencia por comer chocolate y cosas dulces, su adicción, llegaba a tal punto que le ponía azúcar al vino.
-No sabía conducir automóviles.
-Antes de ir a la primera guerra mundial, él era un artista, pintaba, pero lo expulsaron de la academia por no saber ilustrar un rostro.
-Él es austríaco y para la 1ra guerra mundial se había anotado en su país, pero lo rechazaron porque era muy petiso y no podía cargar el arma, por lo cual Adolf se fué a Alemania a enlistarse
-Tuvo un encuentro con un Francés en el campo de batalla de la 1ra guerra, el llevaba mensajes de trinchera en trinchera y cuando su enemigo avanzó el soldado le podría haber disparado, pero le tuvo piedad y lo dejó ir a Hitler.
-Él se unió al partido de los obreros (nacional socialista) como espía para darle info al gobierno, pero al final terminó siendo uno de ellos.

Mein Kampf 卐


Aunque sea de segunda mano, Hitler expresó personalmente estos principios en su autobiografía espiritual, Mi lucha (Mein Kampf, 1925) de la cual, en 1961, se publicó una parte inédita de carácter más teórico-programático. La obra fue escrita en 1924 (durante los nueve meses de prisión que pasó en la fortaleza de Landsberg, por el putsch de Munich de 1923) y publicada también en Munich los años 1925 y 1927, en dos volúmenes, que alcanzaron enorme difusión al subir al poder el régimen nazi (cuatro millones de ejemplares hasta 1939).
La primera parte de Mi lucha es de carácter autobiográfico y reconstruye su juventud en Austria y, en particular, el período de Viena (hasta 1912), cuando en la mente inquieta de Hitler germinaron los sueños de grandeza alemana y de odio antisemita; el período de Munich; la participación en la guerra, a la que Hitler se incorporó como voluntario en un regimiento de Baviera; la acción activista en la "Deutsche Arbeiterpartei", de extrema derecha, con su bagaje formado de revanchismo, racismo, superioridad germánica; la fundación del partido nazi.
De aquí en adelante, los datos autobiográficos y la predicación propagandista, los escorzos de una absurda filosofía de la historia y la mística de la raza se mezclan de tal manera que constituyen el manual del nazismo. Especialmente, el principio racial y de la superioridad alemana. "El que habla de una misión del pueblo alemán en la tierra, debe de saber que ésta sólo puede consistir en la formación de un estado que considere, como supremo objetivo suyo, la conservación y desarrollo de los elementos más nobles y más íntegros de nuestra estirpe ("Volkstum"), ante toda la humanidad... "
Al contrario de la concepción burguesa y judeomarxista, la filosofía del Volk afirma que la importancia de la humanidad está vinculada a los elementos fundamentales de la raza. Esta concepción ve en el hombre sólo un medio para alcanzar un fin: la conservación de la sustancia racial del hombre. Por lo tanto, no cree en la igualdad de las razas, sino que, junto a sus diferencias, reconoce una jerarquía de valores y favorece la victoria del mejor y del más fuerte. De estas premisas derivaba ya en forma explícita toda la exaltación "aria" y el genocidio que tuvo lugar más tarde. No se trataba sólo de afirmar: "hay que transformar a todo alemán y hacer de él un tipo nuevo de hombre", o de "fustigar a las masas para lanzarlas adelante aunque fuese con histérica violencia", sino de establecer que "sólo quien está sano puede procrear, que es escandoloso engendrar hijos malsanos o defectuosos".
El antisemitismo ocupa el centro de toda esta doctrina: hay que destruir al "insecto", prohibir el matrimonio mixto que engendra "monstruos mitad hombres y mitad monos" y acabar con la semilla hebrea en la tierra alemana. Por otra parte, el principio antidemocrático y jerárquico de los mejores desemboca en la exaltación de la personalidad "única", es decir, del jefe; por lo tanto, el Führerprinzip: "no hay decisiones de la mayoría, sino sólo personas responsables. Cada hombre tiene a su lado consejeros, pero la decisión es asunto de un hombre solo. Sólo él tendrá la autoridad y el derecho de mandar: el parlamento se limitará a dar consejos, pero ninguna cámara podrá decidir por votación. Este principio, que asocia la autoridad absoluta con la absoluta responsabilidad, creará progresivamente una élite de jefes".
Y así como se afirma la jerarquía interna de los más puros y fuertes, así también el pueblo alemán ejercerá, como ario puro, su dominio sobre todos los demás, después de haber destruido al enemigo interno, el judío. De aquí también la teoría del "espacio vital" como necesario para la expansión del predominio germánico y, en primer lugar, para la plena unificación del mundo de lengua alemana. La misma presunción de una misión divina está en esta superioridad del alemán, y en la persecución de los judíos ("Luchando contra el judío, defendiendo la obra del Señor").
El desarrollo de Mi lucha suponía un programa político más inmediato. Desde la previsión apocalíptica, Hitler descendía hasta la exigencia de la revisión radical del tratado de Versalles y a la humillación de Francia. Sin embargo, ya desde entonces Hitler preveía que la expansión de Alemania tendría lugar hacia las llanuras del Este mejor que en la sumisión de Oocta.
El libro, escrito en condiciones de total excitación propagandista, desafia todo sentido crítico, es decir, no se razona ningún principio o afirmación. Cada propuesta vale por su ruda violencia, cada idea no tiene más antecedentes culturales que los de la publicidad nacionalista y racista más reciente (desde Spengler a Moeller y a Feder de Die Juden, que es el único autor de esta "tradición" recordado por Hitler) y una gran admiración por Nietzsche y Wagner malamente interpretados; sin ninguna finura ni originalidad, como no sea la del odio sin medida y la de la mística racial más inmediata.
Tal vez hayan sido precisamente la cruda violencia, el dogmatismo de la repetición inexhausta y el simplicismo primitivo los que han constituido la fuerza de penetración y la inhumana propagación de sus fórmulas. Todo lo que el dictador puso en práctica diez años más tarde se encontraba perfectamente expuesto en este libro, pero a pesar de ello nadie se sintió tan amenazado como para intentar detener, antes de que fuera demasiado tarde, al peligroso fanático que se anunciaba en sus páginas.
Esta es la cárcel de Berlín, donde escribio su libro.

Fin de la Guerra 卐 (1945)

La dominación de Hitler se extendió pronto por toda Europa. El 22 de junio de 1941 atacó la Unión Soviética y el fracaso frente a Moscú lo condujo a tomar él mismo el mando del ejército de tierra. Aún a fines de 1942 su empresa era exitosa. Ese año ya se había anunciado, aunque veladamente, la «solución final a la cuestión judía», y se sucedían los asesinatos masivos de judíos en toda Europa. En Polonia se acaban de construir nuevos campos: Auschwitz-Birkenau, Chelmno, Majdanek, Treblinka, Sobibor, Belzec. Incluidos los judíos rusos, los cálculos menos pesimistas estiman las víctimas en más de cuatro millones.
El 10 de septiembre se había conseguido la expansión máxima de los alemanes en la Unión Soviética. La guerra se vio estancada y el adversario obligó a Alemania a defenderse. En noviembre las fuerzas aliadas desembarcaban en Marruecos y Argelia, y en enero de 1943 la Conferencia Angloamericana de Casablanca exigía la capitulación incondicional. Un mes después, el ejército alemán debía rendirse en Stalingrado. Goebbels declaró entonces la «guerra total».
Durante los meses siguientes, sin embargo, el poder alemán fue decayendo abrumado por diferentes acontecimientos. En abril y mayo la resistencia se rebeló en el gueto de Varsovia y el Afrika-Korps italo-germano capituló en Túnez. En julio los aliados entraron en la fase de bombardeos masivos sobre Hamburgo y destruyeron gran parte de la ciudad; el día 10 los ingleses y norteamericanos desembarcaron en Sicilia y el 25 cayó Mussolini. Italia declaró entonces la guerra a Alemania. El 1 de diciembre Roosevelt, Churchill y Stalin, reunidos en la Conferencia de Teherán, plantearon la conveniencia de desmembrar Alemania. En junio de 1944 los aliados desembarcaron en Normandía.
Hitler, acosado, sufrió además un atentado planeado por un grupo de oficiales cuando se encontraba en su cuartel general de Rastenburg (Prusia Oriental) y resultó con heridas leves. En venganza, hizo ajusticiar por lo menos a doscientos resistentes de la élite político-militar, y Kluge y Rommel se suicidaron. El 25 de septiembre hizo un llamamiento a las fuerzas populares como último intento de resguardar «el imperio». Desgastado por las derrotas, ya era sólo un enfermo mental. No obstante, creía todavía en el triunfo mediante las armas secretas en preparación y aun supervisó la última ofensiva alemana en las Ardenas. Luego regresó al búnker de la cancillería.
En abril de 1945 Adolf Hitler, totalmente aislado, salvo una ya reducida corte de aduladores y su amante Eva Braun y Goebbels, contempló cómo sus otrora fieles servidores intentaban abandonarlo: Göring, que trataba de acelerar el inevitable final; Himmler, que incluso intentó contactar con el enemigo... Fiel a sí mismo, como expresó en 1939, jamás pronunciaría la palabra «capitulación». El día 13 brindó con Göring por la muerte de su despreciado Roosevelt. El 20 volvió a brindar con sus pocos adeptos por su quincuagésimo sexto aniversario. Las tropas rusas, mientras tanto, proseguían su inexorable avance hacia Berlín.
En la madrugada del 29 de abril ordenó que se presentase ante él un funcionario del registro civil y contrajo enlace con Eva Braun, su «fiel alumna» que había conocido cuando era empleada de la tienda de Hoffmann, su fotógrafo, en 1932, pocos meses después de que su primer amor, Geli Raubal, la hija de su hermanastro, se suicidara en el domicilio particular de Hitler en Munich. Hitler y Eva Braun ya tenían previsto quitarse la vida cuando decidieron su unión. El Führer acababa de recibir hacía unas horas la noticia de la ejecución de Benito Mussolini frente al lago Como. Luego había ordenado que envenenasen a Blondi, su pastor alemán. Al acabar la ceremonia dictó testamento político nombrando al almirante Dönitz como su sucesor. Al día siguiente, hacia las tres de la tarde se oyeron dos disparos: Hitler y Eva Braun habían muerto.
HITLER HACIA EL FINAL DE LA GUERRA (enero de 1945)
Mientras los dos cadáveres eran consumidos por las llamas en el jardín del búnker, Bormann comunicó por radio a Dönitz que Hitler lo había designado su sucesor, pero ocultó la muerte del Führer aún veinticuatro horas más. En ese lapso, él y Goebbels intentaron una nueva negociación con los soviéticos; pero fue un esfuerzo inútil. Entonces telegrafiaron otra vez a Dönitz comunicándole la muerte. La noticia se dio por la radio el 1 de mayo con fondo de Wagner y Bruckner, dando a entender que el Führer había sido un héroe que había caído luchando hasta el fin contra el bolchevismo. Esa noche se llevó a cabo una huida masiva y fueron muchos los que lograron fugarse de Berlín. Goebbels prefirió envenenar a sus hijos, luego mató a su mujer de un balazo y se suicidó de un tiro. El 7 de mayo de 1945 se firmó la capitulación en Reims y el día 9 se repitió la firma en Berlín. Ese mismo día se suspendieron todas las hostilidades en los frentes europeos. El III Reich había sobrevivido a su creador exactamente siete días.

NAZISMO 卐

Al empezar el siglo aparecieron los principios de una ideología que años más tarde cristalizó en el nacionalsocialismo, doctrina conocida también con el nombre de nazismo. Los principios del nacionalsocialismo, reforzados por la teoría de la superioridad de la raza aria, se caracterizan por su antisemitismo, su apología de la acción y de la violencia y el autoritarismo.
Partidario de estas teorías, Adolf Hitler se unió en Munich al Partido Obrero Alemán tras la Primera Guerra Mundial. En 1920, dicho partido adoptó el nombre de Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo y, al año siguiente, Hitler se convirtió en su líder. En el libro Mi lucha (Mein kampf) Adolf Hitler describe el programa del movimiento, al que añadió algunas vagas ideas socialistas y anticapitalistas, que fueron, posteriormente, abandonadas. El nacionalsocialismo reclutó a sus seguidores principalmente entre los oficiales desmovilizados, soldados y también miembros de la clase media baja.
Propaganda Nazi 
El partido tenía unidades organizadas militarmente, lasSturmabteilungen (SA), más conocidas popularmente por los "camisas pardas" debido al color de sus uniformes. Junto a éstas, las Schutzstaffeln (SS), unidades de élite ligadas al propio Hitler mediante juramento, tenían a su cargo la seguridad interior del estado. Argumentando que el partido había de ser regido por un único líder, el Führer, Adolf Hitler se erigió en jefe indiscutible del mismo. La esvástica o cruz gamada fue elegida como emblema y, en 1926, se introdujo el saludo con el brazo derecho levantado y la exclamación "Heil Hitler".
El movimiento creció con insospechada rapidez, debido en gran parte a la inteligente utilización propagandista del sueño de una patria recuperada, libre de las limitaciones impuestas por el Tratado de Versalles; creció también por el temor al comunismo y las tensiones sociales originadas por la depresión económica y el desempleo. Los nazis utilizaron la violencia para eliminar a sus oponentes y, gracias a una propaganda atractiva y una táctica hábil, Hitler asumió el poder legalmente al ser nombrado canciller del III Reich (1933), comenzando entonces la dictadura del partido. Las masas fueron cautivadas por los espectaculares desfiles militares, perfectamente organizados; por los sugestivos ritos de las asambleas del partido y por efectivos lemas acerca de la grandeza del país. Todos los ciudadanos eran minuciosamente controlados por la Gestapo, la temida policía secreta.
CONCENTRACION NAZI EN NUREMBERG (1934)
Hitler no fue el teórico del nazismo (se lo habría impedido su limitada cultura), y la ruda filosofía vitalista de la que se erigió en portador derivaba más bien de corrientes irracionales y autoritarias que ya habían aparecido en la tradición alemana y europea de los últimos siglos (desde Bobineau hasta H. S. Chamberlain o desde Spengler al verdadero teórico del racismo nazi, Alfred Rosenberg). En cambio, sí fue el despiadado y eficientísimo organizador, del movimiento nazi en primer lugar, y del Estado alemán, después.
Sus convicciones y sus intereses políticos triunfaron gracias al rigor con que aplicó siempre las leyes de la violencia, y a la absoluta falta de respeto a cualquier género de oposición, incluso la interna, como lo demuestra el dramático episodio de La noche de los cuchillos largos, el 30 de junio de 1934, cuando todos los líderes nazis con veleidades de independencia fueron aniquilados junto con sus seguidores. Supo ser intérprete de la frustración y de las contradicciones de una sociedad destrozada por la guerra, situación agravada por la falta de clarividencia de los vencedores y la presión de las condiciones que éstos habían impuesto.
El nazismo ocultó su naturaleza despiadada y antidemocrática tras una confusa filosofía en la que se mezclaban las evocaciones a la tradición romántica de una Alemania "bárbara" pero vital, el culto y la exaltación de la fuerza como manifestación, el desprecio por los ideales democráticos, vistos como señal evidente de debilidad y de escasa virilidad, la exaltación racista del pueblo alemán, destinado a destruir y a sustituir a las otras razas, inferiores y decadentes, y temas políticos más concretos como la polémica en torno al Tratado de Versalles, la militarización de la economía y de toda la vida nacional mediante la introducción en todos los niveles del Führerprinzip (principio jerárquico), y la necesidad de una inmensa expansión industrial como única solución ante la crisis económica.
La idea de la superioridad de la raza aria condujo al genocidio: seis millones de judíos y miembros de otras razas (denominadas "inferiores" por los nazis, entre ellos gitanos) fueron asesinados en los campos de concentración. Es uno de los crímenes contra la Humanidad más monstruosos que jamás se han producido en la Historia universal

El III Reich 卐

Bajo la finta del culto al deber y la jerga prusiana, el nuevo Estado alemán reflejaba los rasgos de su creador: eficaz, pero desordenado, enérgico y centralizado. Hitler fue fiel a sus costumbres vienesas: se levantaba a las doce, y amparado por un gran número de secretarios privados con rango ministerial que filtraban a sus visitantes, recibía sólo a quien le apetecía y sólo por un par de minutos. Su vitalidad aparecía durante la noche, cuando su terror a la soledad le conducía a mantener extensos monólogos hasta la madrugada.
No existían reuniones de gobierno. Las leyes se promulgaban mediante sus escuetas órdenes y más tarde sólo bastaría con una observación caprichosa. Sus incondicionales anotaban todas sus ocurrencias espontáneas y las transmitían a la nación como órdenes del Führer. Existe una anécdota a este respecto que, fundada o no, resulta sin duda ilustrativa: Hitler dice a sus acompañantes, frente a la iglesia de San Mateo de Munich, que la próxima vez no quiere ver esa pila de piedras. Él se refería a un montón de adoquines que estaban apilados cerca de la entrada, pero su observación se interpreta como una alusión a la iglesia y ésta es demolida sin más al día siguiente.
Así funcionaban los mecanismos de gobierno de una nación de setenta millones de habitantes, y a pesar de todo, funcionaban; gracias a su intuición, a su olfato, a su elección sistemática de soluciones viables. Su política social surtía un efecto extraordinario sobre las masas. Ordenaba obras que, según él, contraponían al «socialismo teórico» el «socialismo de los hechos»: préstamos «al matrimonio» que impulsaban la creación de nuevas familias; protección y descanso a las madres; envío masivo de niños (el primer año 370.000) a colonias de vacaciones; casas-cuna, guarderías; obras con denominaciones tan extrañas como «de socorro invernal», «del hogar», «fortaleza mediante la alegría» y campañas con títulos como «buena iluminación», «zonas verdes en la empresa», «educación popular», «departamento del ocio», o «belleza del trabajo», todas ellas pensadas con una estratégica visión de futuro y para un pueblo que salía de la miseria.
Entre tanto, Himmler recluía a medio millón de personas en los veinte campos de concentración y los ciento sesenta campos de trabajo, y eso sin incluir a los millones de judíos, polacos, prisioneros de guerra soviéticos, sospechosos de semitismo y subversivos que pasaron por los campos y perecieron en las cámaras de gas o fueron aniquilados por el trabajo. Primero de forma clandestina, luego más abierta, el exterminio respondía a los objetivos expuestos en Mein Kampf. Y también su política exterior; como Mussolini, Hitler ayudó a Franco en su lucha contra la república. Luego camufló, con el nombre de «lucha contra el bolchevismo», la alianza con los dictadores. Al adherirse Japón, pudo amenazar la retaguardia de la Unión Soviética, que, con Francia, eran sus mayores amenazas.
A fines de 1937 decidió reunir todos los países de lengua alemana antes de que las potencias occidentales acabasen de rearmarse. Ante la alarma del ala más conservadora del ejército, hostil a las SS, se deshizo de Blomberg, Von Neurath y destituyó al comandante en jefe de la Wehrmacht, Von Fritsch, acusándolo de homosexual, y al jefe del estado mayor Beck, asumiendo él mismo el mando.
Seguro de la adhesión del Duce, en marzo de 1938 se apoderó de Austria. En septiembre, con el miedo a la guerra a su favor y el anticomunismo occidental, obtuvo la firma del Acuerdo de Munich, con lo cual ganó una cuarta parte de Checoslovaquia. El 15 de marzo de 1939, ya organizada la secesión eslovaca, puso bajo su protección a Bohemia-Moravia y ocupó Memel. A partir de abril reclamó los distritos alemanes de Polonia, reforzó su alianza con Italia mediante el Pacto de Acero del 22 de mayo y firmó el Pacto de Neutralidad germano-soviética. El 1 de septiembre invadió Polonia, desencadenando la Segunda Guerra Mundial.